Poesías y Poemas Rusos

Alaben a Dios, D.P.
Los sonidos suelen ser una oración sin palabras
Que fluyen al corazón, severos y calmos,
Que con cariño llevan desde los sueños cotidianos
Hacia misterios de armonía de la paz y de Dios.
Con ellos en el alma se derrama la luz
De una lejana lámpara penetrante –
Con el eco de años experimentados antaño,
De la felicidad, calma, amor y consuelo.
Existen también sonidos pesados de la tierra,
Hijos del seco arte terrenal;
Escuchando, sabes: ellos trajeron
La borra amarga del sentimiento sin alas.
En su espejo – nuestro siglo inquieto
De ideas muertas y lecciones olvidadas –
Aquello de lo cual hoy vive el hombre
En el reino de orgullo y falsos profetas…
¡Sin embargo, creo que sonidos de oraciones
Fluyen como un torrente para el oído Divino,
Más alto que maldiciones, sollozos y batallas
Como un canto de victoria del Espíritu resucitado!
Quien está cansado, M. Nadezhdin.
Quien está cansado y se agotó en la lucha desigual,
Quien está herido en la cruel batalla,
Quien busca el olvido de tormentas y angustias,
Que descanse en una oración silenciosa.
Sí en tu corazón anidó la congoja,
Si difícil parece el camino,
Se puede buscar el consuelo con amor
Ante la imagen del misericordioso Dios.
Sí te atormenta el odio, con torrentes de mentiras,
Y te amenaza con infierno atroz —
Aléjate y deci, humildemente:
"Señor seas clemente a nosotros los pecadores!"
Sí en tu vida se produce una fisura,
Y la desesperación inquieta tu alma —
Apresúrate de bajar tu frente ante el Señor:
Solo El, en esta hora, ayudará...
Sí la alegría te vino a visitar,
Sí la felicidad está en la puerta —
No olvides de orar cálidamente
Y glorifica con agradecimiento a Dios!